Se preguntan en el PSOE a qué esperan los populares de Cuenca para condenar la corrupción de su partido y para dar explicaciones de una trama en la que supuestamente está implicado el exministro “conquense” Rafael Catalá.

El PSOE de Cuenca ha puesto en evidencia la diferencia “abismal” con el PP de la provincia ante los casos de corrupción que en los últimos días están saliendo a la luz, y que, al parecer, implican de manera directa al exministro “conquense” Rafael Catalá.

Los socialistas conquenses han preguntado al PP de la provincia “a qué está esperando para condenar esta trama de corrupción vergonzosa”, toda vez que ha recordado que el PSOE condenó de forma “inmediata y tajante” los comportamientos ilícitos llevados a cabo por miembros del partido socialista. Formas de responder “muy diferentes”, según el PSOE de Cuenca, que demuestran que “ni somos, ni hemos sido nunca lo mismo que el PP”.

Han pedido a los populares explicaciones respecto a la vinculación con la trama de Montoro del exministro Catalá, cabeza de lista del PP de Cuenca en varias ocasiones, cuyas actuaciones como responsable de Justicia del Gobierno de Rajoy ahora están bajo sospecha.

En el PSOE de Cuenca han recordado que, tras su paso por el Gobierno, Rafael Catalá fue contratado con un sueldo millonario por una de las empresas que presuntamente se beneficiaron de legislaciones aprobadas bajo su mandato. “No hablamos de sobres ni de comisiones en bolsas de basura, hablamos de corrupción de guante blanco, de redactar leyes a medida para beneficiar a grandes despachos y empresas, y después pasar a formar parte de ellas. Y eso también es corrupción, aunque lleve corbata”, han aseverado.

“El PP de Cuenca no puede seguir escondido ni guardar silencio cómplice ante estas prácticas. Rafael Catalá no es un político cualquiera: fue su cabeza de lista y su ministro. ¿Van a decir algo, o van a seguir mirando hacia otro lado?”, han cuestionado en el PSOE.

Los socialistas han reiterado la gran diferencia entre un PSOE que da la cara y asume responsabilidades políticas y un PP que “cuando se trata de los suyos, opta por callar, proteger y premiar a quienes usan las instituciones para enriquecerse a costa de todos”.